...Muchas felicidades a los ganadores, y muchas gracias a todos los participantes por haber compartido con nosotros sus trabajos, las historias que recuperaron a través de su labor como reporteros, como periodistas de pie que todavía recorren calles para recolectar voces y compartir con sus lectores esos pequeños trocitos de la realidad que el buen periodismo convierte en grandes reportajes.
Aquí estamos para reconocer ese esfuerzo. El esfuerzo de todos los periodistas que, pese a cualquier circunstancia, no han renunciado a su vocación y su responsabilidad de informar. Son periodistas que buscan, indagan y revuelven matorrales para hallar las piezas de un rompecabezas, para recomponer las partes de una historia olvidada o escondida. Son periodistas que se escabullen en las buhardillas del poder para lanzar luz pública, que le jalan insistentes la toga a la justicia, aun cuando no consigan nada. Esos periodistas tienen preguntas, buscan respuestas y confrontan con datos y hechos las verdades a medias y las mentiras oficiales. No son voceros del poder ni de sus intereses. No engañan a sus lectores con noticias que son anuncios. Desde alguna redacción, o fuera de ella, han emprendido su propia resistencia contra la mediocridad, el conformismo y la falta ética y profesional. Esos periodistas suman a todo lo anterior paciencia y palabra. La paciencia necesaria para caminar el trayecto de una investigación que se convertirá en historia noticiosa. Y la buena palabra que se convierte en narración precisa, detallada y generosa con la verdad y los lectores.